Sencillez y sentimientos
En épocas de películas adocenadas y de impostada corrección política, disfruté y me conmoví con la sinceridad de Yo era famoso.
El lado B del mundo de la música, la incomunicación, los que la pelean diariamente con honestidad, la superación de los supuestamente diferentes.
La historia fluye, el elenco es magnífico y esta escena no puede faltar en el podio. La melodía y el estilo me llevan al mejor Gary Numan. Entre tanta nube negra sugiero darle una chance a este film de luminosa intensidad sentimental.
Áspera por tramos, sin solemnidad para encarar temas de fondo, está sostenida por un guión que cualquier autor (o por lo menos yo) desearía escribir. En este punto reconozco que carezco de imparcialidad: la historia, las piezas que utiliza para ponerla en marcha, desarrollarla y concluirla son de mis preferidas.
En una de las canciones de Alarma!!!, su segundo banda de comienzo de los `80, Manolo Tena aludía a que "el éxito barato es un caro fracaso" .
Absolutamente.
Aunque en universos como los de la música, el cine o la tele, hay montones de gente tratando de convencerte de lo contrario.
Por eso la travesía de Vince, el protagonista, sencilla y poco glamorosa, ´tendrá su punto de quiebre cuando la tentación ponga en jaque su lealtad. O por lo menos lo obligue a colocarla sobre la balanza de su vida, que no solo transcurre sobre un escenario.
Cada uno elige qué canción quiere cantar y a qué tablado se sube o de cuál se baja, e incluso aquellos a los que no subiría jamás. Lo demás es un caro fracaso.